lunes, 4 de abril de 2011

DIFERENCIAS ENTRE LA RELIGIÓN DE GRECIA Y DE ROMA



1-En Grecia las relaciones entre mitología y religión son bastante claras, como acabamos de señalar al referirnos a las justificaciones míticas de un rito o culto concreto. Los romanos concebían a sus dioses bajo un aspecto estrictamente funcional. Cada dios tenía y se definía por una función, no había como Grecia unas leyendas y unos mitos que variaban a los dioses a su capricho. La religión romana carece de mitos de dioses, de cosmología y de teología, sobre todo en sus divinidades genuinas como Faunus, Janus, Flora, Pomona, Ceres, Veturmnus, .... Ni siquiera los dioses más importantes y más activos, como la arcaica tríada arcaica de Júpiter, Marte, Quirino, son protagonistas de alguna aventura. Dioniso de Halicarnaso (2, 18-20) se admiraba de este hecho frente a sus costumbres griegas. Los ritos perduran perfectamente, y con más amplitud que en otras religiones, pero, a diferencia de Grecia, por ejemplo, se han perdido las justificaciones míticas o teológicas en que se apoyaban. La mitología romana es más bien histórica, ciudadana y política. La obra de Virgilio es un ejemplo de este compromiso.
2-A diferencia de la religión griega, los romanos sentían un gran temor ante el poder, numen, de las divinidades a las que invocaban, lo que les impedía forjar mitos escandalosos sobre ellas. Por ello en origen no tenían estatuas de dioses, ello vendría después por influencia etrusca y, sobre todo, griega. Representar a un dios en una imagen suponía atribuirle las características de los hombres, sus virtudes y sus vicios, es decir, desacralizaba a la divinidad. Los más antiguos numina romanos no tienen figura propia y pueden manifestarse bajo los aspectos más diversos, un animal, un árbol, una planta, una roca u objeto cualquiera. Incluso en los cultos más evolucionados conservó la huellas de los numina primitivos.
3- No había en Roma ni estatuas, ni jerarquías de dioses ni semidioses, ya que la frontera entre los dioses y los hombres estaba claramente delimitada. No hay dioses antropomórficos, sus dioses son espíritus que residen en todos los lugares en que el hombre ha de obrar [2]. No hay semidioses ni héroes, sino que están muy claras las fronteras entre dioses y hombres. En Grecia, en cambio es muy importante la función de los démones, como seres intermedios, en algunas prácticas
4- La religión romana es claramente política, en la que el Estado ejerce su dominio sobre ella a través de unos colegios sacerdotales, particularmente el de los Pontífices. Los dioses tenían un orden jerárquico y recibían su culto según los diferentes niveles de la sociedad: el culto público estaba dirigido por los magistrados supremos, el culto de las curiae y el culto dentro de la familia presidido por el paterfamilias. Otro ejemplo de este carácter político es el caso ya tardío de la divinización del emperador, que llegó a recibir culto como un auténtico dios.
5- La religión romana tenía un carácter práctico y jurídico, propio de un pueblo amante de las leyes. Como el romano se preocupaba de los dioses, éstos debían corresponderle a través de sus intereses personales y materiales. Los dioses son los dispensadores de todos los bienes y por ello se los busca y se los ama. Pero de ellos procede también el mal y por eso inspiran temor. En el fondo la religión romana es un contrato, concebida en términos jurídicos, un do ut des, facio ut facias. Con la religión se busca mantener en todo momento la concordia con los dioses, la pax deorum, “estar a bien” con ellos. Las relaciones entre el hombre y los dioses se manifiesta a través del cultu deorum en el que el ciudadano participa con pietas.
El espíritu práctico de la religión romana también explica el rechazo a la inspiración profética, que en Grecia estaba tan extendida a través fundamentalmente de la Pitia délfica. Las prácticas de adivinación son de interpretación semántica: los augures consultaban la voluntad de los dioses manifestada en el vuelo y canto de las aves, los relámpagos, ... Los harúspices, de origen etrusco, descifraban los designios divinos mediante el estudio de las entrañas de ciertos animales sacrificados e interpretaban los presagios ante cualquier hecho extraordinario. El colegio de los Quindecemviri sacris faciundis estaba encargado de consultar los Libros Sibilinos.
6- Por sus raíces agrarias y campesinas la religión romana es más es propensa a la superstición. La peculiar concepción de la religiosidad romana fomentó la existencia de supersticiones. La creencia en fantasmas, hombres-lobo, sortilegios mágicos y maldiciones estaba profundamente arraigada entre los romanos. Terribles desastres como las derrotas a manos de Aníbal y los cartagineses habían estado acompañados por sucesos extraños, como nos relata Tito Livio. Además de la observación de las entrañas de los animales sacrificados se fijaban en la presencia de ciertos animales cuando iban a realizar hechos importantes. Hay que con la creencia en la existencia de seres extraños y maléficos. Un buen arsenal de estas cuestiones se puede encontrar en las Cuestiones Romanas de Plutarco [3], que recogen ciento trece explicaciones de determinadas costumbres religiosas romanas, como la forma de rezar, el calendario, los adornos personales, la forma de poner la mesa, etc.

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Dar a conocer un poco sobre Roma como era su Mitología y tratar de ke todos kedemos claros y entendidos para poder debatir y argumentar sobre este gran tema...